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Consciencia: Ilusiones corporales (Henrick Ehrsson)
El cerebro es bombardeado por información sobre las proporciones físicas de nuestro cuerpo. Las sensaciones más familiares, como un soplo de viento o el roce de nuestra propia manga de la camisa, sirven para recordar constantemente el cerebro de los límites externos del cuerpo, creando una sensación de lo que se conoce como la propiocepción. En un nuevo estudio, los investigadores informan esta semana que la capacidad del cerebro para interpretar las señales externas y actualizar su sentido del yo corporal es más dinámica que se había pensado previamente y que se actualiza como puede ocurrir muy rápidamente, alterando en cuestión de segundos cómo las partes del cuerpo y las sensaciones táctiles individuales se perciben. El trabajo ha sido realizado por investigadores de Frederique Vignemont, Henrik Ehrsson, y Patrick Haggard en el University College de Londres. La información que se integra en el curso de la propiocepción viene de varios sentidos diferentes, incluyendo el tacto, el dolor, la visión, la información de los músculos, y así sucesivamente. El cerebro debe combinar todos estos insumos de información para percibir con precisión el mundo exterior a través de la interacción de nuestro cuerpo con él y también para producir un sentido coherente de sí mismo. Debido a todas estas señales llevan como diferentes tipos de información, el cerebro debe realizar un acto de malabarismo constante con el fin de dar sentido al cuerpo y el mundo. En el nuevo estudio, el equipo de investigación utilizaron un método llamado la vibración del tendón para inducir a una distorsión del sentido de voluntarios sanos "de sus propios cuerpos. Cuando el tendón del bíceps del brazo derecho se hace vibrar, los sujetos de los experimentos en cuestión de segundos sintió que su codo derecho estaba girando fuera del cuerpo, a pesar de que el brazo estaba bastante quieto. Si los sujetos realizaron su dedo índice izquierdo con su mano derecha, mientras esto sucedía, sentían que su dedo índice izquierdo cada vez más largos, ya que consideraban sus mover el brazo. Posteriormente, el equipo probó cómo estas ilusiones corporales reorganizado el sentido del tacto. Tocaron temas con dos barras de metal en el dedo índice izquierdo, y les pidió que juzgar si la distancia entre las barras fue mayor o menor que la distancia entre dos barras adicionales tocado en la frente. Cuando la vibración del tendón del dedo índice se parecen más de lo que realmente era, los sujetos sobreestimar la distancia táctil en el dedo índice, en relación con la frente. El sentido del tacto se vio alterada en cuestión de segundos de la aplicación de la vibración, lo que sugiere un vínculo muy fuerte y rápido entre los sistemas cerebrales para el tacto y la posición del cuerpo.
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