Todo sobre mi padre: Tonada de ordeño
BRACAMONTE - POEMA DE VERANO BRISAS
BRACAMONTE
Nadie me ha visto ni verá jamás,
pero todos escuchan mis bramidos
en fincas ganaderas antioqueñas,
Sucre, Bolívar y la Costa Atlántica.
Mis bufidos son tan estridentes
que cuando el ganado los escucha
se arremolina cerca de las casas
buscando humanos para protegerse.
A veces presentan convulsiones,
y los ganaderos de la Costa creen
que causo epidemias y la muerte;
por eso limpian sus haciendas
cuando advierten mis resoplos
anunciándoles males sin sosiego.
Colocan cráneos de vacas muertas
mirando de frente a donde salgo,
porque piensan de manera ingenua
que un día seré de carne y hueso,
aunque rechazo mi propia calavera.
En Venezuela me llaman Cotizao,
y allí sepultan vivo un toro
como deidad protectora de sus hatos.
Ignoran que desprecio los hechizos
porque yo, Bracamonte, soy eterno
y manejo un poder neutralizante,
así lo nieguen en el país vecino,
Sucre, Bolívar y la costa Atlántica.Ver video "BRACAMONTE - POEMA DE VERANO BRISAS"
El eco de la consciencia (TMS-EEG): Sueño y vigilia (Marcello Massimini)
La consciencia no es fácil de definir, pero sabemos cuándo la experimentamos. No es tan simple decidir cuándo alguien está consciente, sin embargo, los médicos a veces se enfrentan a este problema con los pacientes que han sufrido una lesión cerebral traumática. Ahora, los investigadores han ideado un método que utiliza la respuesta cerebral a la estimulación magnética, para juzgar la conciencia de una persona, reduciéndola a una puntuación numérica que ellos llaman índice de consciencia. "Es como una especie de golpe en el cerebro y luego escuchas el eco", comenta Anil Seth, neurocientífico del Centro Sackler de Ciencias de la Consciencia en la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, que no participó en el trabajo. Recientemente, los médicos tratan de resolver el estado consciente del paciente yendo directamente a la fuente, buscar los signos de consciencia utilizando imágenes cerebrales o la grabación de la actividad eléctrica neuronal. La mayoría de estos enfoques definen un cerebro consciente como un cerebro integrado, donde los grupos de células de muchas regiones distintas se activan para formar un patrón coherente, explica Marcello Massimini, un neurofisiólogo de la Universidad de Milán, en Italia. "Sin embargo, no es suficiente", dice. A veces, incluso un cerebro inconsciente parece muy integrado. Por ejemplo, al estimular el cerebro de una persona que duerme puedes crear una enorme ola de actividad que, "se propaga como una onda en el agua". Es un patrón altamente sincronizado y expandido, pero no es la consciencia, insiste, así que, esta medida es a menudo poco fiable para el diagnóstico. Recientemente, Massimini y sus colegas, han estado explorando otro criterio posible para la consciencia. Para crear una abundante información de la experiencia momento a momento, los diferentes grupos de neuronas deben tener su propio calendario, o patrones propios de activación únicos. Deben trabajar juntos, pero manteniendo su individualidad. "Es una cosa muy resbaladiza de describir verbalmente", dice Seth. Pero la cuestión para los neurocientíficos que desarrollan pruebas computarizadas de la consciencia es, "¿podemos hacer de esta intuición verbal tan resbaladiza algo con precisión matemática?"
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