Psicoterapia para la anorexia: Adrienne
Amigdala: Miedo y cerebro
El cuerpo amigdalino, complejo amigdalino o amígdala cerebral es un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales de los vertebrados complejos, incluidos los humanos. La amígdala forma parte del sistema límbico (término últimamente en desuso por su imprecisión), y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales. En vertebrados complejos, la amígdala se encarga principalmente de la formación y almacenamiento de memorias asociadas a sucesos emocionales. Investigaciones indican que, durante el condicionamiento del miedo, los estímulos sensoriales alcanzan el grupo basolateral de la amígdala, particularmente los núcleos laterales, donde se forman asociaciones con recuerdos del estímulo. La asociación entre el estímulo y eventos aversivos podrían ser mediados por potenciaciones a largo plazo, una prolongación de potencial en las estructuras sinápticas con el objetivo de reaccionar más fácilmente.
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Estres: Efectos sobre el cerebro (Razon vs. emocion)
La interacción funcional entre la corteza prefrontal (CPF) y la amígdala así como la activación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA) y la liberación de catecolaminas en áreas límbicas del cerebro, juegan un papel clave tanto en la regulación de la respuesta fisiológica a estrés como en respuestas mal-adaptativas a estrés. El procesamiento de la información emocional a largo plazo, es otro de los mecanismos que contribuyen a la capacidad de los individuos para adaptarse a situaciones de estrés. Diversos estudios han mostrado que la CPF modula la activación del eje HHA en condiciones basales y durante estrés así como la formación de memorias relacionadas con estímulos aversivos. Es más, tanto la transmisión noradrenérgica en la amígdala como los cambios en la concentración de corticosterona en esta misma área del cerebro, son fundamentales en la adquisición y consolidación de la memoria emocional. Sin embargo, y a pesar de su importancia en la regulación de la respuesta a estrés, aún no se conoce bien el papel específico de la CPF y la amígdala en la regulación del eje HHA y en el procesamiento emocional, y en qué medida la alteración de estas áreas facilita respuestas mal-adaptativas a estrés. Por otra parte, el enriquecimiento ambiental (EA) se ha descrito como un modelo experimental que reduce la reactividad a estrés e incrementa la resistencia frente a estímulos aversivos. Además este paradigma experimental está siendo investigado como modelo animal para estudiar los mecanismos neurobiológicos del tratamiento de patologías psiquiátricas relacionadas con el estrés como el trastorno de estrés post-traumático (TEPT). La presente Tesis Doctoral consta de tres bloques experimentales en los que se investigan diferentes aspectos relacionados con el papel de la CPF y la amígdala en la respuesta a estrés tanto en condiciones fisiológicas (evaluando los efectos de un estrés moderado) como patológicas (evaluando los efectos de un estrés traumático)
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Amigdala vs. lobulo frontal
La amígdala es un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales de los vertebrados complejos, incluidos los humanos. La amígdala forma parte del sistema límbico (término últimamente en desuso por su imprecisión), y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales.
En vertebrados complejos, incluidos los humanos, la amígdala se encarga principalmente de la formación y almacenamiento de memorias asociadas a sucesos emocionales. Investigaciones indican que, durante el condicionamiento del miedo, los estímulos sensoriales alcanzan el grupo basolateral de la amígdala, particularmente los núcleos laterales, donde se forman asociaciones con recuerdos del estímulo. La asociación entre el estímulo y eventos aversivos podrían ser mediados por potenciaciones a largo plazo, una prolongación de potencial en las estructuras sinápticas con el objetivo de reaccionar más fácilmente.Ver video "Amigdala vs. lobulo frontal"
Irritabilidad: Amigdalas cerebrales
En vertebrados complejos, incluidos los humanos, la amígdala se encarga principalmente de la formación y almacenamiento de memorias asociadas a sucesos emocionales. Investigaciones indican que, durante el condicionamiento del miedo, los estímulos sensoriales alcanzan el grupo basolateral de la amígdala, particularmente los núcleos laterales, donde se forman asociaciones con recuerdos del estímulo. La asociación entre el estímulo y eventos aversivos podrían ser mediados por potenciaciones a largo plazo, una prolongación de potencial en las estructuras sinápticas con el objetivo de reaccionar más fácilmente. Los recuerdos de experiencias emocionales que han dejado huella en conexiones sinápticas de los núcleos laterales elicitan conductas asociadas con la emoción de miedo a través de conexiones con el núcleo central de la amígdala. El núcleo central está involucrado en el comienzo de las respuestas de miedo, incluida la paralización, taquicardia, incremento de la respiración y liberación de hormonas del estrés. Daños en la amígdala impiden tanto la adquisición como la expresión del condicionamiento de miedo, una forma de condicionamiento clásico de respuestas emocionales. La amígdala está también involucrada en el condicionamiento apetitivo. Parece ser que neuronas bien definidas responden a estímulos positivos y negativos, pero esas neuronas no están diferenciadas claramente en núcleos anatómicos. Diferentes núcleos dentro de la amígdala tienen diferentes funciones en el condicionamiento apetitivo.
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Amigdala y emociones: Rostros desfigurados (RMf)
La amígdala es un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales de los vertebrados complejos, incluidos los humanos. La amígdala forma parte del sistema límbico (término últimamente en desuso por su imprecisión), y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales. En vertebrados complejos, incluidos los humanos, la amígdala se encarga principalmente de la formación y almacenamiento de memorias asociadas a sucesos emocionales. Investigaciones indican que, durante el condicionamiento del miedo, los estímulos sensoriales alcanzan el grupo basolateral de la amígdala, particularmente los núcleos laterales, donde se forman asociaciones con recuerdos del estímulo. La asociación entre el estímulo y eventos aversivos podrían ser mediados por potenciaciones a largo plazo, una prolongación de potencial en las estructuras sinápticas con el objetivo de reaccionar más fácilmente.
Los recuerdos de experiencias emocionales que han dejado huella en conexiones sinápticas de los núcleos laterales elicitan conductas asociadas con la emoción de miedo a través de conexiones con el núcleo central de la amígdala. El núcleo central está involucrado en el comienzo de las respuestas de miedo, incluida la paralización, taquicardia, incremento de la respiración y liberación de hormonas del estrés. Daños en la amígdala impiden tanto la adquisición como la expresión del condicionamiento de miedo, una forma de condicionamiento clásico de respuestas emocionales.Ver video "Amigdala y emociones: Rostros desfigurados (RMf)"
Neuropsicologia: Privacion de sueño y cognicion (36 h)
Una privación de sueño tiene dos consecuencias básicas. Por un lado “lo que se pierde”, es decir no dormir supone una pérdida en la capacidad de atención a los estímulos externos Por otro lado, “lo que no se hace”, al no dormir bien, no se consolida la memoria. Ambas circunstancias tienen una repercusión en el rendimiento cognitivo y en consecuencia en la toma de decisiones, en su posterior jornada laboral. Cabe preguntarse ahora, por qué la privación de sueño no nos influye siempre de la misma manera. Al parecer la respuesta se encuentra en el contexto emocional en el que sean presentados los estímulos. En 2010 Lisa, publicó en Sleep un interesante estudio en el que se valora, cómo la presentación de imágenes de escenas agradables, desagradables o de carácter neutro, puede aumentar o disminuir la capacidad de atención y memorización, en un grupo de individuos sometidos a privación de sueño. Al parecer, las imágenes de contenido emocional negativo son las que más influirían ya que, activarían un sistema ventral de de carácter afectivo, constituido básicamente por el cortex ventrolateral prefrontal y la amígdala, (que tiene un papel regulador entre los estímulos afectivos y la capacidad de atención y en la memoria de trabajo). Por el contrario, estas imágenes podrían tener un efecto inhibidor sobre un sistema dorsal, con funciones más ejecutivas, constituido por cortex prefrontal dorsolateral y cortex parietal lateral. El circuito planteado es el siguiente, la presentación de estímulos aversivos o desagradables activarían la amígdala, con la subsiguiente repercusión sobre la atención y la memoria de trabajo. Si a esto le añadimos una privación de sueño, el efecto activador sobre la amígdala es mayor, con lo cual el individuo sufre mayor dificultad para fijar la memoria de trabajo y en su capacidad de atención. Además, no dormir también dificulta la comunicación de la citada amígdala, con regiones frontales encargadas de regular la respuesta cognitiva emocional.
Está claro que la ausencia de sueño influye en el nivel de atención y el sujeto se muestra más distraído. Por tanto, todo esto influye en el rendimiento cognitivo al mostrar dificultad para la concentración. La siguiente pregunta sería ¿cómo nos influyen el resto de las emociones?, es decir, todo lo descrito anteriormente se refiere a estímulos desagradbles, pero qué pasa con el resto. Esta pregunta puede encontrar respuesta en el trabajo publicado por Van Der Helm en 2010. En él se comprueba como la presentación de expresiones faciales de enfado o miedo, se correlaciona con una activación de la amígdala, además de otras regiones del cortex prefrontal medial incluyendo cortex cingulado anterior y ganglios basales. Este dato es importante ya que la corteza prefrontal medial parece tener un efecto inhibidor, que permite adaptar las respuestas emocionales al contexto. Resultados similares se obtienen con la expresión de felicidad, pero curiosamente no con la tristeza.Ver video "Neuropsicologia: Privacion de sueño y cognicion (36 h)"