Bufanda Flores Crochet ganchillo
Desesperada búsqueda de Maxi: tiene 38 años, fue a comprar y nunca regresó
El hombre se ausentó de su domicilio rumbo al kiosco que queda en la esquina de la casa que habita junto a su padre y uno de sus hermanos para comprar cigarrillos y nunca regresó.
Tiene 38 años, es paciente psiquiátrico y lo buscan desesperadamente desde hace más de un mes.
Un equipo de Crónica se acercó al lugar para oír el dramático testimonio de sus familiares.Ver video "Desesperada búsqueda de Maxi: tiene 38 años, fue a comprar y nunca regresó"
LOS 1.000 COLORES DE ANIMAL BANDIDO
¿Quién no ha deseado nunca ir a comprar el pan con un sombrero de ganchillo con orejas de gato cosidas? ¿Y presentarse en una fiesta con una máscara multicolor de practicante de lucha libre mexicana? Con los diseños de Zosen y Clàudia Font, responsables de la marca Animal Bandido, estás salvado. Su concepción de la moda es divertida, colorista, atemporal y muy personalizada. Además, como plataforma creativa que es, se preparan muchos proyectos multidisciplinares que en poco tiempo saldrán a la luz.
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Andrés Sardá, 50 años de lencería
Madrid, 2 feb (EFE).-El desfile de Andrés Sardá en la segunda jornada de la 55 edición de Madrid Fashion Week fue una invitación a sus 50 años de profesión, expresada en cuatro partes diferenciadas, tanto por las creaciones, como por la música.
Sardá abrió con un tecno-tango que arropaba el galope de un caballo rojo mientras las modelos mostraban una lencería de inspiración gaucha con flecos, sombreros porteños, pañuelo rojo al cuello y mucho negro.
Y del ambiente argentino al Folies Bergere. Los volúmenes, en trasparencias se apoderaron de la pasarela mientras sofisticados vestidos con aberturas que nacían de la cintura y recorrían el muslo nos trasportaban al París más pícaro.
Plumas aplicadas a bodys en color maquillaje, en faldas en tonos morados y piedras semipreciosas, en forma de flecos, remataban braguitas y sujetadores.
Pero los acordes volvieron a cambiar y bajo el sonido de unas castañuelas, Sardá mostró su lado más andaluz con una ropa interior sugerente, aderezada con antifaces, sombreros cordobeses, peinetas y mantillas de gasa. Las transparencias se instalaron en lilas y negros. Y como colofón a esta temática, un vestido trasparente con cola de sirena de volantes y aplique igual en el hombro.
Para terminar el paseo por su medio siglo de profesionalidad, el diseñador aplicó pieles que remataban mangas y cuellos o maxi bufandas que arropaban una lencería de alta costura, con tejidos lujosos y trabajados, como la cola de un vestido blanco, de corte princesa, que escondía un exquisito encaje azul.
IMÁGENES CEDIDAS POR LA ORGANIZACIÓN.
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