La tumba acuatica (David Gant)
Lobulos frontales: Amnesia por hipoxia
La hipoxia cerebral es una afección en la cual hay una disminución en el suministro de oxígeno al cerebro a pesar de que hay un adecuado flujo sanguíneo. El ahogamiento, el estrangulamiento, un atragantamiento, la asfixia, paro cardíaco, un traumatismo cerebral, el envenenamiento por monóxido de carbono y las complicaciones de la anestesia general pueden crear condiciones que lleven a la hipoxia cerebral. Los síntomas de hipoxia cerebral leve incluyen falta de atención, desaciertos, pérdida de memoria y disminución en la coordinación motriz. Las células cerebrales son muy sensibles a la privaciónde oxígeno y pueden comenzar a morir dentro de cinco minutos de presentarse un corte en el suministro de oxígeno. Cuando la hipoxia dura por periodos más prolongados puede ocasionar coma, convulsiones o incluso muerte cerebral. En la muerte cerebral, no hay una actividad mensurable en el cerebro, aunque se preserve la función cardiovascular.
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Hipoxia hipemica por tabaquismo
La hipoxia hipémica se debe a una alteración de la fase de transporte de la respiración. Consiste fundamentalmente en una reducción de la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre. Ciertas drogas o productos químicos, tales como nitritos y monóxido de carbono, pueden alterar las características de la hemoglobina contenida en los glóbulos rojos o bien, combinarse directamente con ella, reduciendo su capacidad de transporte de Oxígeno. El monóxido de carbono está presente en los gases producto de la combustión, y en el humo de cigarrillo. La hemoglobina posee una afinidad por el monóxido de carbono 250 veces mayor que por el oxígeno, por lo que no es fácil eliminar este elemento de la circulación sanguínea.
Las causas más frecuentes de hipoxia hipémica son:
Intoxicación por Monóxido de Carbono.
Pérdida de sangre (hemorragia, donación sangre).
Tabaquismo.Ver video "Hipoxia hipemica por tabaquismo"
Hipoxia cerebral por centrifuga humana
¿En que consiste uno de los entrenamientos fisiológicos más interesantes y llamativos que tenemos en la medicina de la aviación? El entrenamiento en Centrífuga Humana se contempla en el STANAG Nº 3827 (“Requerimientos mínimos para entrenamiento de las tripulaciones aéreas en ambiente de altas “G” sostenidas”), lo que nos obliga a pasarlo. Los “mínimos” del STANAG determinan en este caso, entre otras cosas, que se deben alcanzar 7G durante 15 segundo con incremento de al menos 1G/segundo. Estas fuerzas G pueden producir una muerte "dulce" por hipoxia cerebral.
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Hipoxia cerebral por camara hipobarica
La hipoxia provocada por respirar aire con una presión parcial de oxígeno reducida, como sucede en la altitud, se clasifica como hipoxia-hipóxica.
Una hemorragia, una deficiencia nutricional y otras diversas causas, dan lugar a una disminución de los glóbulos rojos y/o de la hemoglobina en nuestra sangre circulante, lo cual se conoce como anemia; esto ocasiona una reducción de la capacidad de la sangre para transportar el oxígeno a todos los tejidos de nuestro organismo ocasionando otro tipo de hipoxia, clasificada como hipoxia anémica. La característica de los síntomas de la hipoxia es su carácter insidioso o traicionero, es decir, la persona afectada no es capaz de detectarlos ni percatarse de ellos, porque no producen dolor ni ninguna otra molestia. Por el contrario, quien está afectado por un estado avanzado de hipoxia llega a sentirse eufórico, contento y puede llegar a la pérdida del conocimiento y hasta a la muerte, sin haberse percatado nunca de su situación anormal. Esta es la razón por la cual se considera a la hipoxia como la emergencia médica más grave en vuelo. Otra característica de la hipoxia es que cuando una persona afectada llega a recuperarse al proveerle un aporte adicional de oxígeno, no recuerda absolutamente nada de lo que le aconteció ni de la precaria condición física y mental que le produjo su deficiencia de oxígeno. Los síntomas de la hipoxia varían en su gravedad y en su incidencia de una persona a otra, y aun en la misma persona en diferentes condicionesVer video "Hipoxia cerebral por camara hipobarica"
Cesarea: Sufrimiento fetal por asfixia y norepinefrina
La técnica anestésica utilizada en la cesárea es determinada por factores como la urgencia de la intervención, presencia de morbilidad adicional en la paciente, selección por el cirujano y la destreza del anestesiólogo.
Los anestésicos generales utilizados en la cesárea atraviesan la placenta y pueden causar depresión neonatal, dificultad respiratoria fetal y bajos puntajes de Apgar en los neonatos. Los anestésicos generales inhalatorios tienen una alta incidencia de depresión cardiovascular, esto es atribuido a: rápido equilibrio sangre-miocardio, menor masa contráctil, menor respuesta refleja de los barorreceptores, mayor pasaje por la barrera hematoencefálica, menor tiempo de equilibrio entre la concentración inspirada y la espirada y alteraciones en la homeostasis del calcio en la fibra miocárdica que disminuyen la capacidad contráctil. El pasaje al sistema nervioso central de los narcóticos está facilitado por la falta de desarrollo de la barrera hematoencefálica. La entrada de estos está facilitada por el coeficiente de solubilidad sangre-cerebro de los fármacos, sensiblemente menor en el feto y los recién nacidos que en niños y adultos.
Además, la anestesia general en la cesárea, preferida en muchos centros debido a una inducción rápida, puede causar problemas como bronco-aspiración materna del contenido gástrico, dificultad para la intubación, hemorragia posparto, dolor posoperatorio, retraso en la movilización y aumento del riesgo de tromboembolismo. Estos factores de riesgo tienden a disminuir cuando se utilizan métodos de anestesia peridural o subaracnoidea.
La inyección intravascular inadvertida de anestésicos durante la anestesia regional disminuye la pCO2 materna, lo que puede causar hipoxia y acidosis fetal con disminución del flujo uterino-umbilical y aumento de la afinidad de la hemoglobina materna al oxígeno.Ver video "Cesarea: Sufrimiento fetal por asfixia y norepinefrina"
Hipoxia y cerebro: Mal de altura
El mal agudo de montaña (MAM), llamado coloquialmente mal de montaña o mal de altura, es la falta de adaptación del organismo a la hipoxia de la altitud. La gravedad del trastorno está en relación directa con la velocidad de ascenso y la altitud alcanzada. De manera inversa estos síntomas normalmente desaparecen al descender a cotas más bajas. También es conocido con otros nombres tales como Puna o Soroche en zonas andinas. Ocurre a partir de los 2.400 metros de altitud.
Suele aparecer a partir de las 6 o 10 h de exposición a la hipoxia y es más frecuente en menores de cincuenta años y en sujetos que residen habitualmente a menos de 900 m de altitud.
En cuanto a la hipoxia, un error muy común es pensar que la cantidad o concentración de oxígeno atmosférico disminuye con la altitud. En realidad la concentración de oxígeno siempre es la misma (21% aprox.) independientemente de la altitud alcanzada, lo que disminuye es la denominada presión parcial de oxígeno y, con ello, la biodisponibilidad del mismo. Aunque se sabe que la hipoxia es la causante del MAM, el mecanismo exacto por el que ésta lo provoca todavía es desconocido.
Los síntomas son:
Cefalea (dolor de cabeza).
Náuseas y vómitos.
Anorexia (falta de apetito).
Agotamiento físico.
Trastornos del sueño. Que pueden ser bien somnolencia o insomnio. También pueden presentarse episodios de disnea súbita nocturna (despertarse bruscamente con sensación de ahogo) debidos a la denominada respiración de Cheyne-Stokes durante el sueño.
Las manifestaciones más graves (y potencialmente letales) del mal agudo de montaña son el Edema Pulmonar de Altitud y el Edema Cerebral de Altitud.Ver video "Hipoxia y cerebro: Mal de altura"